domingo, 27 de febrero de 2011

Verso y Prosa en Madrid. EROS, AKHESA, PONCE, DIOS y sus cómplices.

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                               Entre Eros y Dios y sus cómplices

   Creo que la narración de esta crónica va a salir más larga de lo que acostumbro. Cuanta vida cultural se desvanece como si no hubiera sucedido, pero esto sucedió el jueves 24 de febrero, en el barrio de Malasaña (Madrid). Era VIII Erotic Soirée. Akhesa y Ponce presentaban.                                                     
                                                           


                                                                            I
                                La Pre Erotic Soirée y las máquinas traviesas

  Llegué a la puerta de La Vía Láctea a las siete de la tarde, pues había quedado con Mafalda para ensayar mi balada con su striptis; o sea Balada para el estriptis de Mafalda. Pero la musa no aparecía. Antes se manifestó la siempre encantadora pareja-parejita Akhesa+Ponce. Me preguntaron por Mayte Pañeda, mi mujer. Les dije que se encontraba en Ponferrada, cuidando de la salud de su padre.

Y, tras leve retraso, se materializó la musa-striper.

   Sin embargo, inconveniencias técnicas imposibilitaban proyectar imágenes, con su correspondiente sonido. Qué no había manera: las máquinas y los duendes de la informática se negaban a obedecer las órdenes humanas, y eso que Akhesa, Óscar (alma simpática y amable de La Vía Láctea) y un amigo de éste se desvivían para que el mundo digital fuera dócil. Era un ir y venir constante de cedés, lapiceros con memoria usb, cables, bajadas de Internet y otras lindezas que no vienen al caso.

   Mientras tanto, había que coordinar lo del striptis. Mafalda hacía preguntas, sugerencias y exclamaciones del tipo “qué calor tengo; qué calor hace aquí”. Los asistentes iban llegando. El primero en mostrarse no fue Antonio Graell, que vino moderadamente pronto, sino Cónsul Dos y su media sonrisa: “¿Qué tal, chicos?” Una media sonrisa de angelote malicioso y encanecido, de procurador de festejos de esos emperadores romanos que a él tanto le gusta citar. Y el “¿qué tal?” iba tomando tintes de caos artístico. Pero, impertérrito, José Maria Ponce divisaba el panorama. Oh, Ponce,  maestro de la tranquilidad y de al mal tiempo buena cara y me voy fuera a fumar un cigarrillo y ya te vale.

   Pasaban los minutos y los asistentes eran más y más. Había que atenderlos. Yo también salí fuera a fumar un cigarrillo a la calle, donde me encontré con la ponente de la sesión, Sayak Valencia, que tuvo a bien preguntarme si yo era Ponce, a lo cual respondí, que no, que era el enemigo íntimo del susodicho Ponce. Broma, claro está, aunque el despiste de la señorita Sayak me hizo pensar si lo de Ponce era contagioso, que todo se pega. Y los aparatos seguían con su tozudez digital de no funcionar debidamente.

   Puntual llegó el poeta y divulgador cultural Aarón García Peña, miembro del triunvirato gestor-administrador de la floreciente y nueva red social de escritores Netwriters. Como no conocía a nadie y yo estaba ocupado, pidió una cerveza y se fue a una mesa a escribir maquinaciones y/o versos, que para el caso es lo mismo. Aarón manifiesta una fuerte impronta de profeta urbano. A veces tengo la sensación de que algo muy humanamente divino se le acaba de revelar. Vive en la pasión, muestra la pasión. Pero, cuidado, su fuego puede abrasar.

   Al fondo de la sala, tras la pantalla de proyecciones, Mafalda sudaba la gota gorda del preestreno, ensayando movimientos y haciendo numerosas anotaciones sobre una fotocopia de mi texto.

   Cerca de los aparatos insumisos se oían cosas como “esto ya lo lee, pero este programa no lo lee y hay que bajarse uno que yo conozco… Se ve, pero no se oye”. Y Ponce nos regalaba su mejor sonrisa calmosa.

   A todo esto, a Mafalda se le había ocurrido que era del todo necesario que Akhesa se uniera a nuestra Balada, en calidad de “azótame el trasero y lo que consideres en un momento del striptis”. Yo probaba el micrófono y la entrada de la música. Aarón seguía escribiendo y como pasaba cerca S. N., fotógrafo fetichista-ecológico, les puse a charlar mientras un nutrido grupo empezaba a llenar el espacio. Menos mal que como casi todos eran del BDSM y aledaños, no se impacientaban. Ya se sabe que esta gente se caracteriza por su educación y disciplina. Por fin, Ponce y Akhesa dieron la señal y comenzó la sesión.


Mafalda



Akhesa, Mafalda, Sayak Valencia y José Mª Ponce.
Preparados para el inicio de la VIII Erotic Soirée.






                                                                         II
                                   Sayak nos cuenta qué es el Postporno
                                                      (Para dar más viveza a los hechos,
                                                              lo narro en presente histórico)

   Ponce agarra el micrófono y nos presenta a la protagonista de hoy: Sayak Valencia. Hace referencia a su libro (Capitalismo gore. Madrid, 2010) y cede la palabra a la autora, que nos cuenta que dicho capitalismo se basa en la violencia contra la mujer, el narcotráfico y el necropoder. Se centra en los sucesos del México actual, en donde se da una terrorífica combinación de sexo, drogas, violencia y teoría queer.

    Pero rápidamente la charla deriva en la cuestión el Postporno y el valor de sexo como elemento revolucionario. Surgen las preguntas. El primero en inquirir a Sayak es Cónsul Dos, tan erudito él. Nos comunica, citando el tríptico de El Bosco El Jardín de las Delicias, que en dicha obra el monstruo caga monedas, que el capitalismo transforma el sexo en dinero, que los humanos negros de esta pintura expresan la sexualidad peligrosa y proscrita. También cita a Shakespeare y la simbología de los negros.

   Pero como la cosa deviene en intraconferencia consular, Ponce habla del Porno, del Preporno y de que a él le llegaron a llamar Pornoponce. Risa  general. La autora y nuestro presentador insisten en el valor subversivo que puede adquirir el porno no mercantilizado.

    Más preguntas. De nuevo Cónsul Dos y sus sapientes digresiones sobre la materia… Y en un momento dado, firme y elegantemente, Sayak le sugiere a Cónsul Dos: “¿Por qué me preguntas tanto si te sabes la respuesta?”  Y al quite, Ponce. Interviene Spartakus con pregunta ingenua e incisiva: “Bueno, me gustaría que me dijeras qué es el Postporno, es que quiero aclararme”. Sayak le precisa que es concepto basado en sexualidades minoritarias, poco visualizadas. A fin de cuentas, son prácticas sexuales de disidencia a la norma. Y para ello ofrece los nombres y hechos de Annie Sprinkle, Lydia Lunch, Beatriz Preciados, María Llopis, Diana Pornoterrorista, etc.

    Acabado el coloquio, Ponce anuncia la Muestra Marrana (25 y 26 de febrero, en Off Limits, C/ Escuadra, 11, Lavapiés, Madrid). Añade que, tras breve pausa, se proyectará una breve pieza cinematográfica de postporno y que la sesión finalizará con striptis de Mafalda y la mía balada ilustrando el devenir de tan venusiana carne.




Atenta concurrencia ante las palabras de
Sayak Valencia  y  José Mª Ponce








                                                                            III

                        Antes y durante de la Balada para el estriptis de Mafalda.
                                               (Continuo en presente histórico)

    Se proyecta en blanco y negro la peli postporno. Mientras han llegado la poeta Ana María Cuervo de los Santos, el narrador y librero Daniel Bolado y, un poco más tarde con casco de moto y macuto literario, el poeta y netwritiano Emilio Porta, que rápidamente comienza a embromarnos. La vitalidad le supera. Gesticula, tira un zumo de naranja, le ponen otro, habla con una chica que se llama Pilar y le saca parecido con no sé quién, nos cuenta novedades literarias, se enzarza con Aarón en polémica de poca duración, me pasa el brazo por el hombro. Está hecho un chaval.

     Mientras la peli postpórnica sigue en pantalla. Va de una pareja que habla mucho por teléfono. Después se juntan y viajan por paisajes desolados en un largo coche. Se pegan. Se paran. Se pegan. Fornican. Y tengo la impresión de que no me estoy enterando de lo que es el posporno. Además me encuentro fragmentado entre la conversación con los literatos, la proyección y las ganas de fumar que me llevan a la calle. Acaba la proyección. A los diez minutos, o algo más, Mafalda y yo saldremos a escena, Ponce dixit.

   A continuación, inserto texto y fotos de la Balada para el striptis de Mafalda


(Texto sin música)

                                                                       1
   Antes de Mafalda, de sus dudas, afirmaciones, alma, cuerpo, vestida, desnuda, estalló el mundo en globo sin infancia, en estrella herida en todos los placeres.

                                                                       2
   Antes de Mafalda, de sus dudas, afirmaciones, alma, cuerpo, vestida, desnuda,  hízose la Luz Bella con la gracia de la hembra naciente.
   Pero Dios que era hombre, o al menos eso creía, tuvo miedo de su propio negativo, de ser mujer alumbrante.
   Y de ese miedo nació el Mundo, La Demonia, la Mujer y la Carne.


                                                                       3
     Antes de Mafalda y ahora con Mafalda, palpemos la oscuridad de esta noche, con gran golpe de sudor, sangre, sonrisas y striptis.


                                   (Música. Mafalda a escena)


                                                                       4
    Striptis: suena a sílabas de serpiente.
    Striptis: suena a sonido en la saliva y las lenguas.
   ……………………………………………………………………
                                   ELLA… Cuerpo constante.


                                                                       5
    Striptis: suena sábana, a sudor, a sonrisa, a ¿sabes?
    Striptis: senos sensuales de jóvenes estatuas susurrantes.
     ……………………………………………………………………………….
                        ELLA… Cuerpo constante del ahora mismo.


                                                                       6
     Cubres y desnudas la luz y sus perfiles. Con ojos claros, con manos blancas. En el negro tapiz que te protege.

     Cubres y desnudas los pensamientos, que hoy brincan por la sala y se ahogan en las copas.
    
        Tú, tan tímida, tan sugerente, tan tú misma.


                                                                       7
    Cuando nació Mafalda, el día era estrecho, y la noche, demasiado larga.

    Striptis: manos que se abandonan y ordenan; piernas que sostienen y reclaman el aire perdido.


                                                                       8
    Cuando niñeó Mafalda, había juegos, ilusiones. Blancos presentimientos en negro, que las voces del agrio pasillo no callaron.

     Striptis: abandonar el zapato y el otro zapato.
     Striptis: olvidar las medias.


                                                           9
    Cuando mujereó Mafalda, se abrieron todos los gimnasios, todas las latas de atún, todos los deseos pendientes, todas las bocas reclamando su nombre, su cuerpo.

     Striptis: voluptuoso despojarse de cuero y correa.
     Striptis: depilar la ropa, acariciar la piel con la vista.


                                                           10
    Cuando Mafalda besó Madrid, se reabrieron todas las mercerías en memoria de estos pequeños pies,  de estos fuertes muslos.

     Striptis: llamadas perdidas como pezón sin anilla, como clítoris eléctrico, como orgasmo no programado.
     Striptis: visión y sensación. Trepa hasta la nuca. Rebota en el sexo.



                                                           11
    Cuando Mafalda arañó Madrid, se estrenaron cien salas de baile, para sus pechos exactos y disparados a la verdad,  para gozo de su culo-culito de traviesa mujer.

     Striptis: señala el camino de la santidad del cuerpo y su pequeña muerte.


                                                           12
      Cuando Mafalda nos habitó, se fue iluminando la luz del gran escaparate para disfrute de su sexo sin preguntas,  de su cara húmeda, de sus ojos agua de río, de su fuerza y silencio que ahora la sostienen.

       Striptis: Desnuda, vestida, tapada, sonriente…
       ELLA:  Cuerpo constante del ahora mismo.
   ………………………………………………………………….
  
                              Un aplauso, por amor.

NOTA: Sucedieron algunas cosas durante la representación. Pero mejor que lo cuente José María Ponce (consultar http://josemariaponce.blogspot.com ):

“Rafa Montesinos, espléndido toda la noche, improvisó con elegancia cuando sonó un móvil en la sala o se cortó inesperadamente la música.
Las chicas, como siempre, fueron punto y aparte. Mafalda, dulce y encantadora, entrañable y sexy, supo vencer sus miedos y conquistar a la peña. Y Akhesa, en su línea, no dudó en apuntarse al bombardeo de participar -de forma improvisada- en el espectáculo. Y así, entre el público, el equipo de La Vía Láctea y los protagonistas de la función, se sacó adelante una velada en la que no faltó de nada. Y creo que los asistentes se lo pasaron bien. De eso se trata”.

   Hacemos tertulia tras la finalización del acto. Aarón García Peña y Emilio Porta le proponen a Ponce llevar un “apartado especial” en la recién nacida red social de escritores de Netwriters. Quedan en tratarlo con más calma.

   Llega la escritora Amanda Manara. Hablamos de la vida literaria y sexual de Madrid.  También un poco sobre el postporno y lo que nos ha parecido el ejemplo visto.

   La noche va pasando. Ana María, Daniel, Aarón y yo decidimos cambiar de espacio. Picar algo. Emilio Porta se despide, se retira a coger la moto y convertirse en mercurio literario, en mensajero de la prosa y verso de la ciudad entera.
  
  Me despido de toda la buena gente de este sexevento, y con especial cariño y admiración de Ponce, Akhesa, Mafalda y Cónsul Dos. Seguro que volveremos prontamente a colaborar. 



                                                                       IV
                                               Dios y la poesía en Malasaña
                                                 (Regreso a la narración en pretérito)

   Ana María, Aarón y yo bebimos unas cervezas y picamos algo en un gracioso local de la calle de San Mateo, al que ella nos lleva pues allí trabaja de camarera su amiga Luci, estupenda y vital señorita, estilosa a más no poder, de simpático conversar y bellas piernas.
    Tras irse Luci, inevitablemente nuestra conversación giró sobre el mundo literario de Madrid, sus bares poéticos, la cantidad de líricos que están surgiendo, que se está oyendo, la avalancha lírica y como, de pronto, se ha extendido el virus de la grafomanía literaria. Madrid, capital de verso. Charlamos de lo bueno y lo malo, de sus personajes y personajillos, de esa obsesión colectiva de vivir “enletrados”, de cómo Internet lo fomenta y refomenta, de cómo, les apunto, las cosas van y vienen, de como el tiempo, según su costumbre, se encargará de hacer la criba conveniente.

   Y pasamos de nuevo al presente histórico. Queda cercano y dramático.

   Ana María nos invita a ir a la casa-biblioteca-almacén de librería que comparte con su pareja, Daniel Bolado, que allí nos espera. La casa está en Malasaña. Previamente, compramos unas cervezas a una china, vendedora ambulante e ilegal como no puede ser de otro modo.

    El duplex abuhardillado de Ana María y Daniel se inserta en una finca con patio interior de corrala rehabilitada. Tiene esa cosa clásica que recuerda a literatura castiza y madrileñísima.

    Departimos con calma. Ana le regala a Aarón Luna de agua y peces, su libro de poemas. (Prefiero decirlo así, en vez de “poemario”, que me suena a armario de poemas). Aarón me regala antes Dios y sus cómplices, libro de poemas, y queda con Ana María que la próxima le regalará dicho libro. Volvemos sobre la vida literaria en el Madrid actual. Daniel hace unas breves indicaciones y sonríe pícaramente. Aarón entabla apasionada conversación con él. Y Ana María ha puesto música para sentirse más alegre de lo que ya es. Ella y yo, profesores ambos, hablamos de la enseñanza, sus bondades y pequeñas miserias.

     Tras algo más de una hora de charla y, como última cuestión, preguntarnos si escribir es gozo, sufrimiento o una mezcla de ambos,  Aarón y yo resolvemos evacuarnos hasta nuestros respectivos domicilios. En broma, le digo que voy a escribir un artículo sobre su libro y el taxi en el que me lo olvidaré.

   Ya en la puerta, observo que en el pequeño vestíbulo hay un montón de libros, que son los que Daniel almacena para vender en su librería de la calle de Malasaña 23. Me fijo en una edición miniatura, con cajita. Lo traigo hasta mí como objeto precioso. Es La imitación de Cristo de Tomás Kempis. Le pregunto el precio. Sonríe Daniel: “Llévatelo, te lo regalo”. Insisto en pagárselo. No hay manera.

   Aarón me acerca hasta la Plaza de Colón en su coche. Me comenta una conversación que tuvo con mi padre, el poeta Rafael Montesinos, y recuerda el consejo que le regaló: “Tú de los poetas no te creas ni la altura”.

   Nos despedimos. Creo que el afecto y la literatura nos van naciendo; vamos, que lo voy sintiendo como amigo.

   Un taxi me lleva hasta mi domicilio. Mientras voy leyendo  Dios y sus cómplices, texto en gran parte conocido por escuchárselo leer, en versión selección del autor, al propio Aarón. Alterno estos versos con la lectura del Kempis. El taxista me mira raro, aunque no parece insistir. Conclusión, llego a casa pasadas las tres de la mañana hecho un urbanita movido por palabras divinas y versos fragmentados. Dicen los cómplices de Dios, según el poeta Aarón García Peña:

                                   Aunque sirva de poco ser creyente,
                                   las noches en que dios queda muy lejos,
                                   a veces pienso en él porque me canso
                                   de dar con la paciencia sobre el folio.
                                                           *****

                                   Se precisa vivir.

                                   Se precisa vivir.

                                   Es preciso vivir para estar vivo.

                                   La realidad se viene desangrando

                                   y con las huellas sucias de haber perdido la
                                        paciencia.
                                                           *****


                                   Converso con Dios casi todas las noches
                                   y está, como es costumbre, equivocado.

                                   Converso de los modos más inteligentes de
                                         existir,
                                   dormir de pie y envejecer con obediencia.

                                   Está cansado, sudorosamente limpio,
                                   se balancea felizmente mientras hace del dolor
                                         nuestra conducta.
                                                           *****


    Dice Tomás Kempis en nombre de Dios:

            Excusa cuanto pudieres el ruido de los hombres, pues mucho estorba el
            trabajo en las cosas del siglo, aunque se digan con buena intención.


                                              Buenas Noches




Aarón García Peña








BUENAS NOCHES,
OTRA VEZ






3 comentarios:

  1. Cronista de lujo, amigo de más lujo, persona y personaje especial. Creador y artista. Es una suerte conocerte, de veras.

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  2. Gracias a vosotros, pues ninguna crónica es posible sin buena materia y personalidades cronicables. Un abrazo.

    P.D. A ver si me aclaro, ¿quién es "satish 19"?

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