jueves, 31 de mayo de 2012

Kos León. Junio. Calendario 2012 de mujeres para esta Crisis.






MUJERES  PARA  ESTA  CRISIS

JUNIO

Kos  León





   El origen del nombre del mes de Junio se encuentra en una diosa antigua, la poderosa Juno, una de esas deidades que se fueron para quedar tristemente convertidas en estatuas de museo o plaza pública, semidesnudas ellas.

  A Juno sus acólitos/as –que también se fueron- rogaban e imploraban: “A ti, oh poderosa Juno, dedicamos el sexto mes del año, cuando sonríe la campiña y los árboles se ofrecen cargados de diminutos frutos. Oh Juno, protégelos y protégenos”.














  Con esta introducción histórico-divina no quiero dar a entender que Kos León ( http://www.kosleon.es.tl/ ) sea de origen divino o casi-casi, pues Kos León es muy humana y natural, y no admite retoques y maquillajes divinizadores, ya que intenté que se retocara la faz y ella me espetó que nanay, que ella era así.

  Como activista cultural, Kos –que viene de Constanza o algo así- se define como una artista plástica pero que muy plástica. Lo mismo le da a la escultura con diez capas de papel, que hay que dejar secar bien para después pintar dicha escultura con conveniente estilo entre chino, picassiano y de niña loquita. Igualmente, es pintora de cajas,  montadora de instalaciones de relumbrón o performancera.




Foto: Rafa Montesinos




Foto:  Mayte  Pañeda
Distinguida por Kos León









   Kos León nació en Santiago de Chile. Pero sus papás, acosados por los esbirros del Pinocho Malo, optaron por el exilio. Así que Kos León es artista plástica viajera. Argentina es otra de sus patrias. Se considera “gitana trashumante”, ya que “mi patria es mi presente”. Y aunque se ha pasado gran parte de su sedentarismo en Madrid, guarda mejores recuerdos de Buenos Aires o Asturias, pues, a diferencia de lo que cuentan los catálogos turísticos y/o culturales, Madrid es para Kos ciudad tirando a rancia. Vamos, que según traduzco sus palabras, Madrid sigue siendo Madrid: una capital de caparazón de metrópoli y de corazón y vísceras de aldea cabrona.

   A la hora del aperitivo dominguero, quedamos Mayte y yo con Kos en la calle de Echegaray y por allí estuvimos haciendo unas pocas fotos hasta desembocar en el Ateneo, que estaba la mar de despoblado. Cuando llega el calor, los domingos del Ateneo a la hora de comer presentan una gran ausencia de personal. Así que en La Cacharrería estuvimos tomándole la temperatura fotográfica a nuestra artista plástica sin más espectadores que un ateneísta que se estaba jalando un bocadillo de mortadela o chope. También hicimos instantáneas en la cafetería y, Mayte, en la escalera interior.

   Tras comer en A Cañada en compañía de la poeta Ana Cuervo y de su pareja, el librero Daniel Bolado, nos fuimos los cinco a su casa-buhardilla-estudio de la calle de Echegaray. Buenos sudores me costó subir, dentro de un repleto carro de la compra, el equipo de iluminación. Y total, ¿para qué?, si al final utilicé poca cosa.

   Su casa estudio buhardilla es muy apañada y repletita, ya que no sólo contiene innumerables  esculturas, pinturas y obras de difícil catalogación, sino dos seres vivos. Uno de ellos, su galga Lola, no tuvo inconveniente en salir en las fotos.

   Vino bien salir con la cámara en ristre al exterior. Tanta foto de plató me/nos estaba aburriendo. Además junio y el calorcito obligan a fotógrafos y alimañas a salir de su escondrijo. Y a fin de cuenta, ¿qué diferencia a unos de otros?




Foto:  Mayte  Pañeda






       Ya sabéis, si deseáis saber más de Kos León
                           http://www.kosleon.es.tl/


      Y pasemos al cuestionario.

   -Con este panorama, ¿podrías ofrecernos algunas soluciones  para paliar los efectos de esta Crisis?

    -Creo que cada uno sabe cuáles son las soluciones para sus problemas. Otra cosa es que puedan ponerlas en práctica. En estos tiempos hay que echar a andar la creatividad.
          

   -En tiempos materialistas, ¿cuáles son tus ideales?

   -Mis ideales no han cambiado con la crisis; es más, podría decir que se han afianzado. Estos tiempos son complicados, pero no más que otros.
   Vivo en un mundo abstracto. Creo en el trueque, en la solidaridad, en el intercambio de talentos….





Foto: Rafa Montesinos.
Distinguida por Kos León




Foto: Rafa Montesinos





Foto: Rafa Montesinos





Foto: Rafa Montesinos





Foto:  Mayte  Pañeda








   -Por tanto, ¿amar o no amar y qué y a quién amar?

   -Amar, sí. Siempre. ¿A qué? Pues a todo aquello que te aporte. Igual creo que es un ejercicio difícil, ya que no amamos con libertad. Esperamos respuestas inmediatas, y esto frustra. Así que… ¡¡¡a liberarse!!!
   El ejercicio empieza ineludiblemente con nosotros mismos.


   -Ya que el dinero se está convirtiendo en el dios único y que el ahorro es la penitencia por nuestros pecados, ¿en qué aconsejarías tú ahorrar?

   -Uy! Me pides algo imposible. No he ahorrado en mi vida. Sólo ahorran las personas a las que les sobra el dinero o aquellas que se abstienen de los pequeños placeres de la vida. No entro en ninguno de estos grupos.


  -Por mucho que vayan chungas las cosas, parece que no podemos prescindir de nuestra imagen, ¿qué moda nos aconsejas practicar?  ¿Alguna sugerencia que tú practicas?




Foto:  Mayte  Pañeda





Foto:  Mayte  Pañeda
Distinguida por Kos León





Foto:  Mayte  Pañeda
Distinguida por Kos León





Foto:  Mayte  Pañeda





Foto:  Mayte  Pañeda



Foto:  Mayte  Pañeda
Distinguida por Kos León





Foto:  Mayte  Pañeda
Distinguida por Kos León










   -Bueno, no soy buena en tema de modas. Opino que uno debe de encontrarse a sí mismo. Tiene que estar cómodo y sentirse lindo. No a todo el mundo le favorece lo mismo. Las mujeres tenemos que superar varios retos en el tema IMPOSICIONES. Apruebo el vintage, sobre todo porque puedo hacer trueque.


   -Es evidente que mal están las pequeñas empresas. Sin embargo, ¿nos podrías sugerir algún negocio  para estos tiempos de crisis?

   -Se me ocurren muchas ideas, pero este creo que sería un negocio inmediato. Pondría a todos los políticos en bolas y haría calendarios con ellos. Y cada país tendría su calendario.


   -Y como vamos a seguir teniendo que comer, ¿podrías ofrecernos algún menú baratito y sano?

   -Sí. Tengo varios, pero te daré uno con el que podría alimentarme toda la vida. Es económico, rico y energético: El sagrado SALMOREJO, con un huevito duro picado. Tiene todo lo que necesitas. Hidratos, proteínas y vitaminas. Esto en verano.
Sopa de ajo para el invierno. Riquísima.


   -De las fotos que hemos hecho Mayte y yo, ¿cuáles son para ti las dos o tres más sexis?

   -Me han gustado mucho todas. Habéis hecho un buen trabajo. ¿Sexis? eso decididlo vosotros. El blanco y negro siempre me ha gustado más que el color. No sólo porque es más artístico o sugerente, sino porque quiero encontrar lo que se suele perder en el contraste.
   De las de Mayte, me gustan todas, pero especialmente las que señalo a pie de foto. Me parece que Mayte ha captado gestos cotidianos desde un lugar estético y femenino.
   De las tuyas, Rafa, señalo algunas también a pie de foto. Son entretenidas, poco pretenciosas y me siento reflejada. Me gustó subirme a una mesa de la cafetería del Ateneo, compartir una panorámica general entre cuadros y sofá decadentes y salir retratada con mi perra Lola en blanco y negro. Has hecho un buen trabajo.





Foto: Rafa Montesinos.
Distinguida por Kos León




Foto: Rafa Montesinos





Foto: Rafa Montesinos.
Distinguida por Kos León




Foto: Rafa Montesinos









   -Según los científicos más sesudos, la realidad material se nutre de la fantasía. Por ello, ¿tendrías a bien contarnos tu fantasía sexual para estos tiempos de crisis?

   -Las fantasías no se apadrinan con tiempos de crisis o de bonanzas. La fantasía es libre, no está sujeta a condiciones.
   Me encantaría estar en una fiesta campestre llena de escoceses con faldas.


   -¿Cómo te imaginas el futuro?

   -Yo me dedico al arte. Un mundo muy golpeado por la crisis. Desde hace un tiempo me puse a dar clases de arte y creatividad a los niños, porque creo que la educación es fundamental para la calidad de vida.
   Las escuelas aportan una educación industrial y no explotan los talentos, sean los que sean. El lenguaje de los niños es el arte, ya que carecen de vocabulario para expresarse. Pero si les pasas unos cuantos lápices u otros materiales, ¨hablan¨ como auténticos académicos.
   Si la obligación de un adulto es trabajar para vivir (y no estoy de acuerdo con esto), la de los niños es jugar y crear. Así se aprende. Me imagino un futuro plagado de seres satisfechos consigo mismos y un mundo plagado de creadores.




Foto: Rafa Montesinos





Foto: Rafa Montesinos.
Distinguida por Kos León




Foto: Rafa Montesinos.
Distinguida por Kos León




Foto: Rafa Montesinos





Foto: Rafa Montesinos









   -Interesantes soluciones todas ellas. Y a manera de cierre, si tú tuvieras una escoba, ¿qué barrerías de este mundo en crisis?

   -Creo que alimentamos a nuestros propios vampiros.
  El problema no es sólo lo que vivimos, sino por qué lo vivimos.
 Aún no nos hemos hecho responsables de lo que nos ocurre, pero si hemos responsabilizado  a los demás.
 Creo que no es suficiente con decir: barrería el hambre, la desigualdad, las injusticias, a los políticos, a los malos…
 Barrería la estupidez humana que sostiene parásitos de toda índole.




Foto:  Mayte  Pañeda
Distinguida por Kos León





Foto: Rafa Montesinos.
Distinguida por Kos León







Fotografías
MAYTE  PAÑEDA
RAFA  MONTESINOS
  
 Preguntas del cuestionario
RAFA  MONTESINOS

Respuestas del cuestionario
KOS  LEÓN

Diseño del calendario
AKHESA  y  RAFA MONTESINOS








lunes, 21 de mayo de 2012

FIFO LAGE. En despedida sin despedida






FIFO  LAGE
En despedida sin despedida





Fifo en la Manuela,
invierno de 1998.




      Mi teléfono móvil no dice mucho, pero hace dos días me notificó: “El funeral por mi hermano José-Fifo se celebra el lunes 28 de mayo a las 20 horas en la iglesia de Nuestra Señora de Covadonga, sita en la plaza de Manuel Becerra. Rosa”.

   Esta triste misiva llevó a mi imaginación, directamente, la imagen de un ladrilloso teléfono móvil que Fifo portaba, allá por mediados de los noventa, en una especie de cartuchera inserta en su cinturón y que le daba un aspecto de peligrosísimo pistolero de película del oeste, de importante personaje de la auténtica Movida Madrileña, que seguía tan movido y removido como si el paso del tiempo no fuera con él. Porque Fifo, amigo mío, tú eras y serás la locura que nos hace cuerdos.

   A este respecto, el pintor, escritor y flamencólogo Pepe Rubio me acaba de contar una cabal anécdota. Volvamos otra vez a mediados de los noventa. En el Café La Manuela nos reuníamos entonces, bajo pretextos culturales, Emilio Sola, Paco Almazán, Quico Rivas, Carlos Bloch, Pepe Rubio, el que esto recuerda y otros tantos acólitos propensos al disparate, a lo diferente. Estos encuentros Piratas, o de Tripulación con o si canto, los organizaba y comandaba Emilio Sola. Allí lo mismo había literatura subterránea, filosofía de bajos vuelos, conspiraciones refractarias de Quico Rivas, que te pasaban en vídeo la increíble interpretación de Fifo Lage en “¿Qué hace una chica como tú en un sitio como este?” o “Arrebato” de Iván Zulueta, o te venía una pianista para darte una de Chopin, de jazz o de zarzuela.





Fifo en Keltia,
primavera de 1997.




Fifo en Keltia,
primavera de 1997.




Fifo en Keltia,
primavera de 1997.







    En una de esas noches, Pepe Rubio se acercó a la barra a pedir una cerveza tras una cuerda y, a la vez, dislocada intervención en la tertulia. Sigilosa y ceremoniosamente, se aproximó Fifo. Le puso la mano en el hombro -¡qué manos las de Fifo!- y le dijo: “No te creas que sólo tú estas loco. Yo también lo estoy”.

   Creo que Fifo, tan urbanita, se ha ido a una isla perdida y adorable o a una montaña mágica como él. Estará viendo pasar las nubes mientras practica una misteriosa llave de artes marciales.

   Siento que Fifo se estará rencarnando en un lobo rey, en un ser protector de sus amigos, en una risa enorme que rompe los esquemas de bobos eruditos y amantes del dinero ajeno.

   Hoy las fotos que aquí figuran me traen a la memoria su gesto, su sonrisa y sus manos de mago, de tramposo honrado, simpático y amigable. Las manos de aquellos masajes en directo que realizaba en los noventa en el Café La Manuela. Aquellos dedos que, como él mismo decía, eran como pollas. Dedos como plumas mágicas que hacía desaparecer todo dolor, toda contractura. Dedos que los presentes a los masajes en directo envidiábamos, pues recorrían la textura de piel y carne de maravillosas mujeres llamadas Noraya, Fabiana o Cristina. Y ellas, tan agradecidas con su alquimista terapeuta, le devolvían una sonrisa de felicidad cuasi-orgasmática, que también era envidiada por la mayoría de los espectadores/as de aquella La Manuela.




Fifo en la Manuela,
invierno de 1998.




Fifo en la Manuela,
invierno de 1998.




Fifo en la Manuela,
invierno de 1998.





Fifo en la Manuela,
invierno de 1998.




Fifo en la Manuela,
invierno de 1998.





Fifo en la Manuela,
invierno de 1998.




Fifo en la Manuela,
invierno de 1998.




Fifo en la Manuela,
invierno de 1998.




Fifo en la Manuela,
invierno de 1998.




Fifo en la Manuela,
invierno de 1998.







   Porque seamos veraces. En esas tertulias siempre se colaba algún tipo o tipa que nos aburría con su poemilla, disertación filosófica, narración de unos hechos que a nadie interesaban o proclama de cierta revolución que nunca existió o existiría. Sin embargo, los asistentes aguantaban la insufrible perorata del aburrido/a  parrafeiro/a, pues al final  iba a llegar Fifo -humano, directo y profundo- y nos iba a convencer de que lo bueno-bueno es la vida y dejarse de pestes teóricas, que lo importante era ver como recibían paz, goce y salud tan hermosos cuerpos.

   A Fifo Lage, en su calidad de buen especimen humano, se le podían poner sus peros. Ahora bien, decir que no era un amante y defensor de la vida, jamás. Recuerdo que en una de estas absurdas y divertidas tertulias, comandadas por el insigne vaquero Emilio Sola, vino un tal Doctor Angulo, mexicano él. ¿De dónde lo sacaría Emilio? El susodicho Angulo tuvo la macabra ocurrencia de ir mostrando a la concurrencia la huella sanguínea y en negativo que, sobre las sábanas traídas directamente de una morgue de México DF, habían dejando unos muertos en violentas circunstancias. Observé el rostro de Fifo y me dio miedo. Jamás le había visto tan iracundo. Intenté pararlo, ya que se iba directamente hacia el Doctor Angulo a “darle un par de hostias”. Hubo que sujetarlo entre varios. Tenía toda la razón en lo que decía: “¿Cómo se te ocurre, Emilio, a traernos a semejante gilipollas? No todo vale; hay que respetar la vida y a los muertos”. Y el Doctor Angulo plegó sus macabras sábanas y desapareció por ángulo angulosamente oscuro de la calle de San Vicente Ferrer. Desde entonces, Fifo fue para mí más verazmente Fifo, un auténtico ángel guardián de la noche y sus monstruos idiotas.



Fifo en La Manuela,
verano de 1997.




Fifo en La Manuela,
verano de 1997.




Fifo en La Manuela,
verano de 1997.




Fifo en La Manuela,
verano de 1997.




Fifo en La Manuela,
verano de 1997.




Fifo en La Manuela,
verano de 1997.




 Fifo en La Manuela,
verano de 1997.



Fifo en La Manuela,
verano de 1997.




Fifo en La Manuela,
verano de 1997.



Fifo en La Manuela,
verano de 1997.




Fifo en La Manuela,
verano de 1997.




Fifo en La Manuela,
verano de 1997.




Fifo en La Manuela,
con mi hijo Miguel
 y Noraya durmiente.
Verano de 1997.







   Porque Fifo Lage era y será un amante de la vida y sus hermosuras. Me explico. Estaba preparando una exposición fotográfica (“Artistas y otras gentes”), que al final en mayo de 1998 acabó siendo en el Café La Manuela. Para ello, ya un año antes, citaba a mis artistas para retratarlos en el plató que en Madrid tenía alquilado en Keltia.  Y, como siempre, Fifo me sorprendió presentándose acompañado de una amiga, bella chica artísticamente tatuada. De aquella sesión salieron innumerables fotos de las que quedé bien satisfecho. Y como prueba de ello, aquí ofrezco una muestra.

   Incentivamos aquella sesión en Keltia con unas cervecitas e innumerables canutos que fueron creando una conveniente neblina. Y cuando estábamos con las últimas fotos, se abre la puerta del plató y entra una especie de encargado para recordarnos que fuéramos acabando y que allí, precisamente allí, estaba pero que muy mal que le diéramos al fumeque drogadíctico. Entonces Fifo, nuevamente ceremonioso, le dijo al encargado: “Tranquilo, qué sólo son una hierbas aromáticas”.  Y después nos fuimos a tomar unos vinos a La Venencia.







Fifo en Keltia,
primavera de 1997.




Fifo en Keltia,
primavera de 1997.



Fifo en Keltia,
primavera de 1997.




Fifo en Keltia,
primavera de 1997.



Fifo en Keltia,
primavera de 1997.








   Cuando inauguré la exposición de “Artistas y otras gentes” en La Manuela invité a los retratados, algunos de los cuales me amenizaron la velada ofreciéndonos su arte. Uno de ellos, Stuartini El Magnífico, que por aquellos años se ganaba la vida echando fuego por la boca en El Retiro y aledaños, tuvo a bien que a cambio de unas fotos nos hiciera el fin de clausura, que consistió en salir de La Manuela y  en la calle, frente al café, echar unas buenas bocanadas de fuego. Y allí estaba Fifo parando la circulación para que las llamas fueran posibles.

   Ay, Fifo, Fifo, cuánto se te echa de menos. Tú, tan locamente adorable. Tú que, según nos contaste, aprendiste a conducir piripi y que cuando el alcohol no recorría tus venas eras incapaz de dar un volantazo a derechas. Tú, que desconfiabas de los siempre sobrios. Tú, que nos hacías amanecer sin cansancio. Tú tendrás, el lunes 28 de mayo, reunidos en una iglesia a un montón de disparatados que, después del funeral, se irán a tomar unas cañas, vinos o copas para seguir bridando contigo.


                                  Fifo, te queremos.




Fifo en Keltia,
primavera de 1997.




Fotografías y texto,
RAFA   MONTESINOS
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