sábado, 19 de octubre de 2013

Cecilia y Ponce, de Carabanchel a la India. Capítulo 2º: "De Pisa a Roma, y de ahí..."










METOLCUATRO

Cecilia y Ponce,
de Carabanchel  a la India

Segundo capítulo
“De Pisa a Roma, y de allí…”



        A través de Facebook, vía Cecilia, y del correo electrónico de Ponce, me llegan noticias que auguran un pronto regreso de nuestra aventurera pareja. Cecilia, escueta, nos dice “Come back”, como podéis comprobar:









Lluvia en Florencia











   En cambio Ponce, en el correo enviado ayer, 18 de octubre, se muestra más explícito sobre el porqué de la media vuelta:

   En Pisa constatamos que la torre en cuestión está inclinada.
  En la estación, le pedimos un cigarro a una señora y nos dio diez. Además se empeñó en regalarle unos zapatos a Cecilia. Creo que le dábamos pena.

   Viaje a Roma en blablacar, con buena música y chicos simpáticos.
  Estancia en camping romano y en cabaña tipo el oso Yogui. La función de robar sandwiches la cumple un gato al que llamamos caradura.
   Roma: muchas piedras bonitas, pero casi todas rotas.
  En Italia, mear cuesta un euro; imaginaos el precio de la cerveza.













Livorno





Livorno









  … Y a punto de coger el barco hacia Croacia, nos llega la noticia de que nuestro espónsor se echa para atrás… No encontramos solución en Grecia… Y atrapados en las ruinas romanas, nos vemos en la penosa situación de tener que cancelar el viaje.

   Ahora intentamos coger un vapor desde Civitavecchia a Barcelona. Pero eso será otra historia.

  Besos de los viajeros fracasados.


   ¿Fracasados? Fracasado es el que no lo intenta. Cecilia y Ponce en este mes han obtenido diplomatura áurea en el arte de viajar, subculturamente hablando, con lo mínimo pero con mucho arte.

   Además “en el camino” no se les ha acabado. Cuando los veamos en Madrid, será otra cuento. A propósito de cuentos: con todo este conocimiento adquirido y sufrido, propongo sufragarles entre sus devotos admiradores un librito o folleto –con autoayuda incluida- sobre su experiencia viajera y sus mágicas recetas de supervivencia.


CONTINUARÁ







Más lluvia en Florencia








domingo, 13 de octubre de 2013

Cecilia y Ponce, de Carabanchel a la India. Capítulo 1º: "De Carabanchel a Livorno".






METOLCUATRO

Cecilia y Ponce,
de Carabanchel  a la India

Primer capítulo
“De Carabanchel a Livorno”



     Cuando unos amigos se van, sobre todo tan lejos y con tan bajo presupuesto, algo suyo se queda, o por lo menos eso dice la letra de la canción españolaza.

   En Metolcuatro, le hicimos a Cecilia y Ponce la despedida recaudatoria en nuestra segunda acción de Al Instante el sábado 21 de septiembre. Obtuvimos unos leves euros para sufragar su periplo, y allí nos pasamos haciendo y subastando fotos hasta la madrugada profunda. Vean cómo fue:



































Tras la despedida, nuestra increíble pareja viandante se plantó en Barcelona el 23 / 24 de septiembre, según figura escuetamente en el Facebook de Cecilia, que podéis consultar para más detalle en https://www.facebook.com/cecilia.estevezestevez?fref=pb  

   Pero como no voy a repetir lo que Cecilia escribe en su facebookika página, me ceñiré a lo que Ponce nos ha mandado por escrito al correo de Metolcuatro, y que dice…


Dos de octubre

  Aunque creo que no estamos puestos en geografía, pienso que ya hemos pasado de Ocaña. (Horror, llegamos a temer que Ponce-Cecilia se hubieran equivocado de ruta, y fueran a la India por el Norte de África. Pero no, era una chorrada retórica).

   Estamos en Niza, camino de Italia, y bastante bien, aunque podríamos estar mejor, claro.

   Los amigos franceses han respondido bien, aunque Francia aún no ha descubierto el locutorio barriobajero ni las máquinas de tabaco en los bares. Ponemos nuestro granito de arena para enseñarles ambas cosas.

   Lo de los locutorios nos impide comunicarnos con más asiduidad. Lo del tabaco no ha solucionado ciertas toses crónicas. Más aún, las ha empeorado. (Nos imaginamos que dichas toses son las de José María Ponce, famosas por su pausado ritmo bronquítico, que algún DJ ha sintetizado, seguro, para su himno-rave de moda).


   Resumiendo en titulares nuestro periplo:

   Viaje de bcn con simpático alemán sesentón y enrollado. (¿Qué coño es eso de “bcn”, ¿alguna nueva disciplina del Bdsm, algo de la economía sumergida?).

   Noche en cutrehotel, en una Narbonne lluviosa, gris y triste.
   Viaje a Nimes con Daniel. Gabacho algo cabrón que nos dejó tirados en el peaje de la autopista.

   Pérdida de teléfono Ponciano en el coche de Daniel.

   Encuentro en Nimes con Eric Lafontaine, Christinne y Stede. Tres días de buena comida y mejor bebida. Fotos. Vídeos. Cine. Buen rollo.

   Recuperación del teléfono Ponciano. Por lo que consideramos a Daniel menos gabachón cabrón. (Por favor, José Mª Ponce, deja ya de perder cosas, que vas a llegar ¿a la India? más desnudete que un faquir).

   Viaje con Louraine a Cannes.
  
   Noche en casa de Christinne y sus siete gatos. Lo que contribuyó a apaciguar nuestro mono de Lucita. (Por cierto, ¿ tiene ya Lucita casita de acogida?).

   Encuentro con Aldo en La Bocca de Cannes.

  Viaje en tren a Niza para seguir la ruta.

    (Las fotos remitidas por José Mª Ponce carecen de pie de foto. Por lo tanto, adivina-adivinanza, ¿quiénes son los que en ellas figuran?, ¿en qué ciudad o lugar se hallan? A Cecilia y a Ponce los conocemos sobradamente, lo demás, ni guarra. No queda otra que preguntarle al interfecto del diario: josemariaponce@gmail.com































Diez de octubre

   Noche en el aeropuerto de Niza. Aunque lo cerraron, los seguretas nos dejaron dormir dentro. Durante una noche, tuvimos un aeropuerto para nosotros solos.

   Viaje a Génova en tren, porque el billete de autobús solo se podía pagar con Visa.

   En Génova, comida y birra barata; pero hoteles, caros y llenos. Por tanto, dos noches durmiendo en la estación de tren. Dominamos el arte de coger cartones en la calle para convertirlos en camita.

   Frío y lluvia en Bolonia, pero camita calentita en bungaló. Noche baratita y simpática en casa de Raluca, rumana y estudiante.
  Y ahora, en Florencia, con mejor tiempo por el momento. Habitación compartida con derecho a cocina en residencia de estudiantes. Mucho turismo español. Y todo muy caro. Estamos bien, pero no tenemos ni puta idea de dónde ni cómo estaremos mañana.

           Posdata: Los bancos también crujen a los jipis a comisiones.

   (Observamos en Metol4 que el relato ponciano muestra, como en los grandes periplos tipo la Odisea o la Eneida, que el camino hacia Ítaca o a la India Prometida está plagado de adversidades: frío, lluvia o románticas noches durmiendo en estaciones de trenes o aeropuertos. ¿Qué les deparará la peregrinación hasta la India Prometida?).






















Doce de octubre

      En Pisa, donde dicen que hay una torre inclinada, aunque no la hemos visto porque estamos en el aeropuerto,  único lugar de Pisa en el que cobrar en Western Union.

   Hemos tenido que colarnos en el tren, pues no teníamos ni los tres euros del billete. Pero ahora ya hemos cobrado una transferencia y hasta nos hemos tomado un café con un bollo (que ayer no cenamos).

   Estamos durmiendo en Livorno en un albergue juvenil muy baratito y de rollo ácrata. Por ejemplo, hoy se van de mani. Con los western unión de hoy, esperamos seguir viaje a Roma y poder saltar a Grecia. Pero eso ya será otra historia.

   Estamos bien, aunque Cecilia se enfada conmigo de vez en cuando. Muchos besos y cariños de los viajeros locos.

    (Los saludos cariñosos van dirigidos a los habitantes de Metolcuatro, pero nosotros los hacemos extensivo a los devotos lectores de su peregrinaje. Y deseemos que penurias y dificultades no se extremen. Aunque, bien pensado, sin dichos avatares no sería un auténtico camino de perfección o camino a lo Kerouac).











CONTINUARÁ